La cadena de valor de la empresa

Toda empresa ha de tener claro cual es su cadena de valor, que no es más que entender lo que ocurre en la compañía, a través de un análisis que permite identificar cómo se desarrolla su actividad y cuáles son sus ventajas competitivas en el mercado. Esto va desde la producción, la transformación hasta la venta.

¿Qué es la cadena de valor de las empresas?

El análisis de la cadena de valor, como su propio nombre indica, sirve para aumentar y maximizar el valor del producto o servicio que ofrece, y así diferenciarse de otras empresas competidoras que ofrecen cosas similares.

También denominada sistema de valor o cadena empresarial, este concepto estudia las actividades que realiza la empresa y los distintos departamentos que la forman, comparándolos con los de su competencia. Esto permite obtener una información útil y valiosa para saber qué posición ocupa el negocio en el mercado y la estrategia a seguir en función de sus objetivos.

La cadena de valor incluye una serie de actividades de primer nivel y otras secundarias o de soporte.

En las actividades de primer nivel se incluyen: logística y operaciones, marketing y ventas y servicios (como instalación, reparación, mantenimiento, etc.).

En las actividades secundarias o de apoyo se incluyen: los servicios prestados desde los diversos departamentos de la empresa (finanzas, recursos humanos, tecnología, compras…).

Cómo optimizar la cadena de valor para aumentar la eficiencia empresarial

A la hora de optimizar la cadena de valor y así conseguir aumentar la eficiencia empresarial es importante realizar un seguimiento del proceso productivo. Con ello se logrará identificar oportunidades de mejora y detectar problemas en cualquiera de las fases que puedan afectar a las operaciones en su totalidad.

El término cadena de valor fue acuñado por Michael Porter en su libro Competitive Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance (1985). En él señalaba que cada una de las tareas o procesos que realiza una empresa se puede agrupar en una de estas tres áreas: comprar, transformar y vender, y cada una de ellas se debe gestionar buscando optimizar el valor que genera a la siguiente. El objetivo de esta perspectiva es maximizar la creación de valor, minimizando los costes.

Así se lograrán clientes más interesados en comprar los productos o servicios que ofrece la compañía frente a los de su competencia; empleados más interesados en trabajar en esta empresa; accionistas interesados en invertir en ella y proveedores con el deseo que les compren.

La importancia de la integración de la cadena de valor en la estrategia empresarial

Una vez tengamos clara la estrategia de valor, se debe incorporar a la estrategia empresarial. Esto es incluir los resultados del análisis realizado para aumentar y maximizar el valor del producto o servicio que ofrece la empresa dentro de las acciones que se van a planificar para alcanzar los objetivos marcados por la compañía

Todo ello permitirá a los responsables saber en qué fase se encuentra y cómo implementar las variantes necesarias para conseguir dichos objetivos.

En este caso habrá que trabajar la integración de recursos y actividades, analizar el panorama industrial o el contexto en el que se desempeña la actividad empresarial y realizar una segmentación, tanto de clientes como de proveedores.

Desafíos y oportunidades en la gestión de la cadena de valor

La gestión de la cadena de valor también se enfrenta a múltiples desafíos que son ajenos a la empresa. Entre ellos encontramos la seguridad global, los avances tecnológicos, las alianzas, la deslocalización… Para todo ello, las compañías deben estar preparadas y así poderlos afrontar de la manera más rápida y eficaz posible.

Una de las claves que permiten dar respuesta a estos retos está en la revisión de la estrategia, procesos y procedimientos de la compañía, y también en atender a la parte más intangible del negocio, como por ejemplo el modo de gestionar la cultura empresarial, la transparencia, el compromiso social o las relaciones de las partes interesadas.

En este caso, la empresa puede crear valor compartido con la sociedad en cada uno de los segmentos de la cadena de valor, a través de la creación de un marco de colaboración con cada uno de sus actores clave tanto internos (accionistas, empleados) como externos (proveedores, clientes, entidades públicas, competidores) y la sociedad (medios de comunicación, ciudadanos).

Cómo la tecnología está transformando la cadena de valor en las empresas

La tecnología está transformando todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida y también el de la cadena de valor de las empresas. En este caso, está relacionado con todo lo digital, desde la creación de páginas web, marketing digital o redes sociales, todo bajo un objetivo: la venta directa al cliente o consumidor a través del ecommerce o comercio electrónico.

Ya no es necesario tener un espacio físico para realizar una venta, ahora basta con tener las herramientas digitales necesarias para conseguir clientes. Y es que la aportación tecnológica a la cadena de valor de las empresas ha contribuido a la creación de nuevos negocios y nuevos tipos de clientes, que ya no van a un lugar físico a comprar, sino que prefieren hacerlo de forma virtual. Y aquí están incluidos todo tipo de productos y servicios.

Cómo la sostenibilidad y la responsabilidad social se están incorporando en la cadena de valor empresarial

La sostenibilidad y la responsabilidad social son dos conceptos que cada vez más están integrados en el mundo empresarial y, por lo tanto, en la cadena de valor. La mayoría de las compañías, especialmente las de mayor tamaño, tienen sus propias políticas relacionadas con ambos conceptos, encaminadas a un uso más eficiente de los recursos disponibles, a reducir la huella de carbono y a minimizar el impacto que tiene su actividad en el medio ambiente.

Y su incorporación a la cadena de valor empresarial supone entender a todos los actores de la misma, identificar sus necesidades reales, comprender sus expectativas y analizar su capacidad de operación.

Para ello, es necesario acompañar en el proceso de medición de la gestión para que incorporen variables ambientales y sociales en sus valoraciones.

También es fundamental establecer, desde la dirección, políticas claras en desarrollo sostenible, así como planes de acción que definan el nivel de compromiso de la compañía, para acompañar a sus proveedores en el proceso de incorporar y resolver retos de sostenibilidad propuestos dentro de su cadena de suministro.

Como conclusión, podemos señalar la importancia de la cadena de valor en el éxito empresarial a largo plazo, dado que es una herramienta que permitirá analizar las fuentes de ventaja competitiva, ya que analiza las actividades estratégicas más relevantes que realiza la empresa y sus interacciones. De esta manera, se puede tener información sobre la posición de la empresa en el mercado y la estrategia que esta debe seguir en sus procesos interno y externos.

El organigrama de una empresa. Qué es y cómo desarrollarlo

Toda empresa, tenga el tamaño que tenga y se dedique a lo que se dedique, debe tener un organigrama. Esto le hará ganar en organización, flexibilidad, eficiencia y competitividad.

Antes de continuar ¿sabes en qué consiste el organigrama de una empresa?

Un organigrama es un esquema gráfico que representa la estructura interna de la propia empresa. Es decir, permite conocer, con un simple vistazo, cómo se estructuran las distintas áreas de negocio, la jerarquía de la organización, sus competencias, sus departamentos y quien reporta a quien.

Tener un organigrama empresarial facilita muchas tareas y trae muchos beneficios. Entre ellos, permite analizar y tener clara su estructura, ordenada por departamentos. También ayuda a conocer el funcionamiento de la misma, facilitando la coordinación de sus áreas de negocio y de los proyectos que se lleven a cabo entre ellas.

Además, tener un organigrama permite conocer los nombres de las personas que están a cargo de la compañía y de sus distintas áreas, lo que facilita también su coordinación.

Como curiosidad, originariamente los organigramas empresariales fueron creados por los departamentos de Recursos Humanos y por los directivos de la empresa. Con ello, se buscaba tener clara la estructura de la empresa y facilitar la tarea de reestructuración de personal. Es decir, justificar una contratación o la supresión de algún puesto de trabajo, en caso de que fuera necesario.

Los organigramas también resultan una herramienta muy útil para quienes se incorporan a la empresa, puesto que con un vistazo rápido pueden conocer los nombres de las personas que están a cargo de cada departamento y sus jerarquías.

¿Para qué sirven los organigramas de empresa?

En función de las personas que los observen, los organigramas pueden tener distintas utilidades:

  • Permiten entender y conocer la organización, sabiendo quién está a cargo de cada departamento.
  • Ayudan a optimizar la gestión de la empresa, ya que permite detectar si se están duplicando puestos de trabajo o si hay funciones a las que no se está prestando la atención que se debería.
  • Son útiles para definir los objetivos de la empresa y en concreto, de cada departamento, y así poder evaluar si se están cumpliendo.
  • Son una herramienta para una sencilla coordinación de equipos, simplificando el reparto de tareas entre los distintos departamentos.
  • También sirven como herramienta de comunicación interna, facilitado la comunicación entre empleados de distintos departamentos.
  • Ayudan a la distribución de la autoridad.

Tipos de organigramas

A continuación, hablaré de los tipos de organigramas, una clasificación que recojo a partir de dos libros, «Introducción a la Administración de Organizaciones», de Elio Rafael de Zuani y «Organización de Empresas», de Enrique B. Franklin:

  • Según su naturaleza
    • Microadministrativo: se utiliza para representar una sola empresa, ya sea de manera global o según las áreas que la conforman.
    • Macroadministrativo: incluye información de diferentes empresas, negocios o instituciones por lo que, debido a su complejidad, representa las unidades empresariales de manera simplificada.
    • Mesoadministrativo: representa a empresas de un mismo sector y son útiles para medir el volumen de actividad de un ámbito concreto o regularizar dicho sector.
  • Según la representación gráfica
    • Vertical: muestra los distintos departamentos de la empresa de manera piramidal, desde los niveles superiores hasta los inferiores.
    • Horizontal: se representa, como su nombre indica en forma horizontal, con los distintos niveles jerárquicos ordenados por columnas, representando las relaciones entre las unidades con líneas horizontales.
    • Mixto: es una combinación de los dos anteriores por lo que refleja con mayor precisión la estructura de la empresa.
    • De bloque: es una variante del organigrama vertical, pero con más unidades ya que incluye aquellas que se encuentran en los últimos niveles jerárquicos.
    • Circular: en este caso la unidad de mayor jerarquía se coloca en el centro de una serie de círculos concéntricos. Cada uno de estos círculos representa un nivel de autoridad y las unidades de idéntica jerarquía se ubican dentro de un mismo círculo.
  • Según su ámbito
    • General: incluye información de la empresa solo hasta determinado nivel jerárquico, generalmente a nivel de departamento.
    • Específico: ofrece información más detallada sobre la estructura específica de un área de la empresa.
  • Según su finalidad
    • Informativo: está dirigido a personas ajenas a la empresa, por lo que solo incluyen las áreas principales de su estructura.
    • Analítico: dirigido a personas familiarizadas con la organización, recoge información más específica del comportamiento y la actividad empresarial.
  • Según su contenido
    • Integral: incluye todas las unidades administrativas de una empresa, sus relaciones jerárquicas y de dependencia.
    • Funcional: recoge las principales funciones que realizan los diferentes departamentos y sus interrelaciones.
    • De puestos, plazas y unidades: se centra en los puestos existentes o necesarios para cada unidad de la empresa.

¿Cómo hacer un organigrama?

Antes de ponerse a elaborar un organigrama de empresa hay que tener clara cierta información como la cadena de mando, hasta dónde llega su control y los distintos departamentos que conforman la compañía.

Además, debe cumplir varios requisitos:

  • Claridad: cualquier trabajador debe ser capaz de entenderlo e interpretarlo.
  • Conciso: no debe ser extenso, lo ideal es que ocupe una sola página y no debe saturar con demasiada información.
  • Ordenado: con una estructura clara.

Asimismo, pasamos a determinar paso por paso su elaboración:

  • Ordenar a los trabajadores y determinar la jerarquía de mando. Se deberá establecer quien dirige cada departamento, así como los encargados de cumplir las tareas establecidas por cada responsable.
  • Determinar los departamentos de la empresa y las funciones de cada uno de ellos.
  • Establecer las responsabilidades y tareas de cada departamento. Con ello se tendrán claras las funciones de cada trabajador.
  • Determinar los equipos que forman cada departamento.
  • Establecer jerarquías, comenzando por los puestos de mayor responsabilidad a menor.

Ejemplos de organigramas

A continuación, muestro organigramas empresariales de distintos tipos de sectores

Organigrama de un emprendedor.

 

Organigrama de una microempresa

Organigrama de una pyme de gran tamaño

Organigrama de una pyme de productos.

Análisis DAFO de una empresa

Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades, a ello se refieren las iniciales de la palabra DAFO (o FODA si cambiamos el orden de las palabras). Esto es lo que toda empresa debería analizar y estudiar de manera previa a su puesta en marcha, así como como de forma frecuente a lo largo de su vida.

Pero antes vamos a explicar en qué consiste y para qué sirve, así cómo y cuándo realizarlo, mostrando varios ejemplos.

¿Qué es el análisis DAFO o FODA?

Como su propio nombre indica, el análisis DAFO o FODA (que proviene de las siglas en inglés SWOT: Strengths, Weaknesses, Opportunities y Threats), se utiliza para identificar las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades de una empresa, con el objetivo de realizar un plan estratégico de futuro a corto, medio y largo plazo. Es decir, es el paso previo a poner en marcha la estrategia que guíe a la compañía.

De este modo, y analizando todas estas variables, tendremos un análisis tanto a nivel interno (debilidades y fortalezas) como externo (amenazas y oportunidades) del entorno en el que la compañía desarrolla su actividad. Todo ello será útil para mejorar su posicionamiento en el mercado, su funcionamiento y aumentar su rentabilidad.

En definitiva, y dicho en otras palabras, el análisis DAFO es una herramienta para conocer bien la situación en la que se encuentra la empresa o desde la que parte y a partir de ahí trazar una estrategia con vistas al futuro.

¿Cómo hacer un análisis DAFO?

Tal y como hemos señalado anteriormente, en el análisis DAFO hay que analizar las distintas variables del entorno interno y externo de la compañía: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Así, una vez desgranadas, y cuanto más detalladas mejor, se podrá contar con una radiografía completa y útil de cara a elaborar esa estrategia con vistas a futuro a corto, medio y largo plazo.

La forma más visual de realizarlo es con una tabla como la que mostramos a continuación:

 

ANÁLISIS INTERNO ANÁLISIS EXTERNO
DEBILIDADES AMENAZAS
FORTALEZAS OPORTUNIDADES

 

Una vez analizados todos estos factores se podrá:

  • buscar nuevas soluciones a determinados problemas e incluso adelantarse a ellos;
  • identificar obstáculos que impiden a la compañía alcanzar tus objetivos, todo ello siguiendo la línea de acción más eficaz.
  • conocer tanto los puntos fuertes como los débiles de cualquier empresa para explotarlos y mejorarlos con el objetivo de ir un paso por delante de la competencia.

¿Cuándo hacerlo?

Toda empresa, antes de iniciar su actividad y antes de ponerse a elaborar la estrategia que guíe sus acciones deberá realizar un análisis DAFO, que sirva para definir el camino a seguir y solventar los obstáculos que se pueda encontrar en sus inicios.

Pero este análisis no debe quedarse ahí, sino que habrá que realizarse a lo largo de las distintas etapas de la compañía y/o cuando se vayan a realizar otros planes que requieran de una estrategia, por ejemplo, previo a realizar un plan de marketing, cuando se presenta un proyecto ante posibles inversores o cuando surja la necesidad o la oportunidad de abordar nuevos mercados o lanzar nuevos productos o servicios.

¿Para qué sirve un análisis DAFO?

El análisis DAFO sirve para analizar la situación de la que parte una empresa, o en la que se encuentra, y a partir de ahí tomar las mejores decisiones elaborando una hoja de ruta que lleve a la empresa a la consecución de sus objetivos, anticipándose a los problemas que puedan surgir.

Ejemplo de análisis DAFO

Para un hotel que está a punto de abrir el análisis DAFO sería el siguiente:

DEBILIDADES

–          Está ubicado en una zona con amplia oferta de alojamientos

–          Todavía no cuenta con clientes que hayan dejado reseñas

–          Se encuentra en el centro de la ciudad que en ocasiones es ruidoso

–          Necesita una inversión elevada para su puesta en marcha

AMENAZAS

–          Cuenta con mucha competencia en la zona donde se ubica

–          La demanda de este tipo de alojamientos es inestable

–          No puede competir con en precios con los alojamientos turísticos de la zona.

FORTALEZAS

–          Está ubicado en el centro de la ciudad

–          Es un alojamiento totalmente nuevo y moderno

–          Cuenta con todas las comodidades para el viajero

–          Su personal se ha formado para ofrecer la mejor atención

OPORTUNIDADES

–          El turismo de la ciudad está en auge

–          El Gobierno está impulsando este tipo de negocios en la ciudad en la que se ubica

–          Tiene posibilidades de expansión.

 

Fortalezas DAFO

Las fortalezas son los factores internos que ponen a la compañía en una posición ventajosa respecto a su competencia.

Amenazas DAFO

Las amenazas son factores externos que no se pueden controlar, pero si prevenir con acciones estratégicas, tales como nuevos competidores, inestabilidad política o económica de un país, cambio en la legislación, incremento de precios…

Oportunidades DAFO

En este caso se han de abordar factores externos que se pueden aprovechar para favorecer el rendimiento de la compañía con acciones enfocadas a ello.

Debilidades DAFO

Son los puntos débiles o aspectos negativos de la empresa a nivel interno, así como aspectos que hacen a la empresa estar en desventaja respecto a su competencia pero que se pueden mejorar.

Plan de Empresa: Para qué hacerlo y cómo hacerlo

Toda empresa necesita un plan y más concretamente lo que se denomina Plan de Empresa. Esto es una herramienta fundamental cuando se pone en marcha cualquier proyecto empresarial, sea cual sea la experiencia de su promotor o las dimensiones del proyecto. También es necesario en empresas ya creadas.

¿Qué es el plan de empresa?

El Plan de Empresa, y así lo señala el propio Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, es un documento que identifica, describe y analiza una oportunidad de negocio o un negocio ya en marcha. También examina la viabilidad técnica, económica y financiera del mismo, y desarrolla todos los procedimientos y estrategias necesarias para convertir esa oportunidad de negocio en un proyecto empresarial concreto.

Para empresas ya establecidas, un Plan de Empresa bien diseñado puede ayudar a reconducir algún aspecto comercial, productivo, organizativo o financiero. Además, puede utilizarse como base sobre la que se levanten proyectos de crecimiento o diversificación de la actividad principal.

El Plan de Empresa tiene una doble finalidad. La primera, tal y como hemos explicado anteriormente, es estudiar todas las variables que puedan afectar a la compañía. Ello permitirá al promotor recopilar la información necesaria para determinar la viabilidad de su proyecto.

Además, una vez en marcha, el Plan de Empresa será una útil herramienta interna que permitirá evaluar el funcionamiento de la empresa y las desviaciones sobre el escenario previsto de forma inicial.

En otras palabras, un Plan de Empresa sirve para previsualizar el negocio y decidir si el proyecto es viable o no lo es.

Por otro lado, los resultados obtenidos de su elaboración podrán utilizarse a modo de carta de presentación del proyecto ante terceras personas a las que solicitar cualquier tipo de colaboración o apoyo económico: entidades financieras, inversores institucionales o privados, sociedades de capital riesgo, organismos públicos y otros agentes implicados.

¿Cómo crear un Plan de Empresa? ¿Cuándo hacerlo?

Para dar respuesta a todas las preguntas que puedan ser planteadas por terceros, el Plan de Empresa se estructura desde distintos apartados, a los que hay que dar respuesta para crearlo.

1.- Definición del proyecto y de la situación actual: aquí tendrán cabida:

– Nombre del proyecto.

– Resumen ejecutivo con los aspectos más importantes: a qué se dedica y qué productos o servicios ofrece.

– Misión y visión: objetivos de negocio del proyecto a corto y largo plazo y valores que lo rigen.

– Fecha de fundación.

– Análisis DAFO: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.

2.- Descripción de los productos o servicios que ofrece. Aquí hay que abordar cómo la empresa resuelve un problema o cómo sus productos satisfacen una necesidad.

3.- Análisis del mercado. En este caso, hay que analizar a las personas a las que va dirigido el producto o servicio que ofrece la empresa: edad, sexo, ubicación geográfica, nivel educativo, intereses, hábitos de consumo, intención y motivos y hábitos de compra. Con esta información será más sencillo definir la estrategia de mercado a seguir.

Por otro lado, hay que abordar el contexto social, económico, político y tecnológico donde la empresa tendrá presencia.

4.- Análisis de la competencia. Para ello se deben analizar las empresas que ofrecen el mismo producto o servicio, cómo trabajan, qué estrategias siguen… Una vez se tiene esta información se podrá trabajar en la forma de diferenciarse de ellas.

5.- Análisis financiero. Sirve para analizar la rentabilidad y viabilidad económica del proyecto. Para ello habrá que tener en cuenta todos los gastos necesarios para poner en marcha el negocio y hacer una proyección de ingresos; contar con un presupuesto de inversiones y un plan de amortización; analizar la cuenta de resultados y si hay necesidad de financiación. Todo ello previsto para los 2 o 3 años siguientes.

Para negocios ya establecidos se deberá aportar el historial financiero (1 a 3 años), más las proyecciones para el año siguiente.

6.- Estructura legal. Aquí será necesario determinar quien dirige la empresa y si tiene socios o inversores. En base a ello, será una Sociedad Limitada, Sociedad Anónima, Comunidad de Bienes, Asociación, Fundación…

En cuanto a cuándo debemos realizar el Plan de Empresa, lo recomendable es hacerlo antes del inicio de la actividad de la misma, para que nos haga de guía a nivel productivo, organizativo, financiero y comercial una vez se inicie dicha actividad.

Asimismo, habrá que revisarlo y actualizarlo cuando hay cambios en el mercado que puedan afectar al funcionamiento de la empresa y ésta pueda necesitar una reestructuración.

La importancia del Plan de Empresa

A estas alturas, y una vez explicado todo lo que conlleva un Plan de Empresa no podemos dudar de su trascendencia, aun así, haremos referencia a su importancia desde un doble ángulo: el de la gestión y el de la planificación.

Como herramienta de gestión sirve para:

  • Analizar las claves del éxito y los riesgos del negocio.
  • Examinar las proyecciones económico financieras.
  • Llevar un seguimiento y control del negocio a través del análisis de la gestión y de sus resultados.
  • Evaluar la oferta y la demanda.
  • Reflejar la estrategia comercial y la política de marketing.

Como herramienta de planificación es útil para:

  • Orientar en la toma de decisiones.
  • Definir los objetivos.
  • Obtener información cuantitativa y cualitativa.
  • Planificar el trabajo.

Tipos de planes de una empresa

Existen diferentes tipos de planes de empresa. A continuación, veremos los más comunes:

Plan para empresas de nueva creación: se debe abordar desde la idea inicial como empresa hasta los objetivos propuestos, pasando por las estrategias que se han de poner en marcha para alcanzarlo plasmadas sobre el calendario. Este plan, una vez se ponga en marcha la empresa podrá servir para corregir las posibles variaciones que sean necesarias abordar.

Plan para empresas ya en marcha: deberá detallar las unidades de negocio de la empresa y los costes e ingresos que genera cada una de ellas por sí mismas, así como el coste e ingreso general de la empresa. En este caso también será aconsejable actualizar el análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades).

Plan financiero: su objetivo será atraer el interés de futuros inversores por lo que deberá contener información relevante para una evaluación financiera fiable. Así, es preciso detallar la viabilidad económica del negocio a poner en marcha, así como el retorno de la inversión

Plan administrativo: su objetivo es servir como guía de operaciones de la empresa, por lo que su nivel de detalle debe ser alto. En él deberán estar planteados los objetivos, las estrategias a seguir para alcanzarlos, las políticas de la empresa, los procesos a desarrollar, los programas que se van a implantar y los presupuestos de todas las áreas de la empresa.

Plan de negocios. Diferencias

Hablar de Plan de Empresa y Plan de Negocios puede crear confusión y ambos son importantes de cara a la gestión de cualquier compañía. Así, tras explicar en qué consiste el Plan de Empresa, diremos que el Plan de Negocio es un documento con la presentación del negocio, donde se muestran los objetivos, las estrategias a seguir y los recursos necesarios para su puesta en marcha.

Se trata de un documento que cualquier autónomo, empresa o empresario debería tener, ya que le ayuda a reflexionar sobre su funcionamiento y a conseguir subvenciones, préstamos o inversores.

Plan de Empresa. Ejemplo: alojamiento turístico

Para entender mejor cómo desarrollar un Plan de Empresa, vamos a poner como ejemplo el Plan de Empresa en un negocio de alojamientos turísticos. En este caso hay que analizar:

  • Legislación entorno a los alojamientos turísticos, tanto a nivel provincial, regional y nacional.
  • Mercado: número de pernoctaciones en el último año y su comparación con años anteriores, gasto medio por día…
  • Perfil del cliente que contrata este tipo de alojamiento (edad, sexo, procedencia, nivel socioeconómico, gustos, aficiones…).
  • Perfil del promotor: si tiene uno o varios alojamientos, cómo lo gestiona, subcontratas…
  • Análisis de la competencia: alojamientos rurales de la zona, qué ofrecen, qué precios tienen, cómo lo gestionan…
  • Análisis de la inversión necesaria para la puesta en marcha y plan de amortización.

Espero que este artículo te haya sido de gran utilidad, nos vemos en el próximo.

Gracias por tu tiempo.

Bárbara González